PEDRO CAVADAS.

Es muy probable que ni siquiera os suene el nombre, pero os aseguro que yo vivo mucho más tranquila sabiendo que este señor existe porque dicen que tiene las manos de Dios. Pedro Cavadas ha terminado dedicándose a los casos perdidos de la medicina y haciéndose cargo de pacientes desesperados tras un largo peregrinaje por hospitales donde su solución era , precisamente , que no había solución. Dice que tiende a meterse en todos los líos posibles, será que está hecho de otra pasta. Realizó el primer transplante de dos manos con un éxito rotundo, y no ha parado de solucionar problemas, desde un transplante de cara, hasta reimplantar la mano derecha en la izquierda de un hombre manco que llevaba tres años paralizado del lado derecho de su cuerpo, y un montón de casos más que son muy largos para contar aquí pero que he podido ver en algunos documentales y hacen que me quite el sombrero, por su humanidad y por su valentía, porque hay que ser valiente...

Ni una operación de estética, lo suyo se llama cirugía reconstructiva.

Encima, como si no fuera bastante, tiene una fundación( fundación Pedro Cavadas por si alguien se anima a colaborar) que creó tras regresar de África. Su vida dio un giro inesperado y fue incapaz de volver a subir en su deportivo de una conocida marca, lo vendió(sus hermanos también vendieron los suyos) y desde entonces destina todas sus ganancias en intervenciones privadas a operar gratis total en África, solucionando anomalías y malformaciones casi imposibles, a veces hace hasta cinco operaciones diarias. Por ejemplo, se trae niños cuyos penes han sido amputados, para cocer con ellos una pócima mágica que cure el Sida, creencia milagrosa de algunas tribus, y aquí les hace un implante para que puedan hacer una vida lo más normal posible. Encima los aloja en su casa y en la de sus familiares, para hacerles el seguimiento(ha llegado a juntar hasta diez). Yo que quereis que os diga, si, este señor es una debilidad que tengo, pero es que esta es la gente que me gusta, la que pasa por el mundo y hace algo por los demás, con hechos, que las palabras se las lleva el viento.